Categoría: Microficción

  • EL CLUB DE MAGIA

    Ilustración de una bruja adorable volando con un gatito entre las manos con nubes alrededor y la luna brillante
    Imagen libre de derechos tomada de pixabay.com

    Sostuvo la cerilla con una mano, maravillada. El fuego era como su magia, brillante, cálida y atemporal.

    En 1827 se convirtió en bruja. Casi 200 años después, todavía hacía magia; el poder habitaba en su corazón.

    Miró el reloj y dejó la tetera en la mesita; las chicas del club de magia llegarían enseguida.

    Cogió su sombrero y añadió la etiqueta con el nombre de la nueva aprendiz.

    Abrió la puerta, sonriente. Las brujas entraron rodeándola.

    La chica vio su nombre en aquella rama y gritó, eufórica.

    —Enciéndela —Invitó Margot.

    Elisa cerró los ojos. La cerilla se encendió.


    Este relato ha sido escrito para participar en el escribir jugando de febrero, propuesto por Lidia Castro. Cuenta con 98 palabras sin el título.

    Elementos a utilizar en el desafío:

    1. Imagen del dado en el que hay una mano

    2. Imagen tras una carta donde se ve una mujer mayor con un sombrero en la cabeza que tiene etiquetas en sus ramas y una tetera en la mesita que se ve al lado
    3. Una foto de una cerilla con su fecha de invención: 1827
  • MERCENARIA DEL PECADO

    Asesina a sueldo de cabello claro vestida elegantemente de color negro,  pistola con silenciador y sombrero en ristre espera a cubierto entre las sombras su oportunidad para acabar por sorpresa con su objetivo.
    Imagen libre de derechos tomada de pixabay.com

    Aunque sabía que estaría condenada al terminar, no me importó.

    Pecado o no, le detendría antes de que mancillase a otro inocente.

    Esperé el instante preciso y me lancé a la caza.

    El aroma cobrizo de la sangre derramada fue suficiente recompensa para mí.

    Un inocente a salvo, un violador menos.


    Esta breve historia fue escrita para participar en el reto 5 líneas enero propuesto por Adella Brac

  • El intercambio

    Castillo de Stirling en Escocia
    Imagen libre de derechos, tomada de pixabay.com

    Observaba aquella habitación y una punzada de envidia le sacudió las entrañas. Se acercó a la cómoda. El brillo de la tiara que reposaba sobre el exhibidor de terciopelo capturó su atención.

    Sin poder resistirse, cogió la tiara colocándose frente al espejo. Palabras se dibujaron en él:


    Si la tiara quieres tener,

    Un sacrificio de sangre deberás hacer.
    Plebeya dejarás de ser,
    Si tu belleza logras ceder.

    Decidida apretó la tiara con fuerza; gotas de sangre brotaron sellando el pacto. La noche dio paso al día. En la plaza se preparaba la hoguera donde ardería la princesa, acusada de hechicera.

    Este microrelato ha sido creado para participar en el ‘escribir jugando’de diciembre propuesto por Lidia Castro Navas.

  • Viajando entre Líneas

    fotografía de unas manos sosteniendo una pila de libros de diferente tamaño
    Imagen tomada del Blog de Lidia Castro

    Echó a andar a toda prisa al ver aquel rayo atravesando el cielo oscuro y turbulento, seguido del trueno que presagiaba el inicio de la tormenta.

    Sintió las primeras gotas caer sobre su rostro justo cuando subía los escalones rumbo a la biblioteca. Unirse al club de lectura fue la mejor decisión que pudo haber tomado en su vida.

    Cogió aquel libro entre sus manos y lo acarició con devoción. Se ajustó las gafas, se acomodó en el asiento y aclarándose la voz, se preparó para volver a viajar al mundo de fantasías que le esperaba entre aquellas gastadas páginas.

    Esta historia fue escrita para participar en el ‘Escribir Jugando’ propuesto por Lidia Castro en su blog.