YUGEN – 02 – HOGOSHA KOTODAMA – PROTECTORES DE ALMAS

Tiempo de lectura estimado: 15 minutos
Una chica oriental, vestida con un larguísimo kimono azul turquesa  con algunos dibujos en las mangas. Está en unas rocas y el mar se extiende al otro
lado de estas. También en el lado  en el que está la chica, que tiene el pelo negro y muy largo. A su lado hay como un par de pequeños dragones. Y en el
horizonte se distingue una isla lejana, borrosa.
Imagen libre de derechos de Panji Lara en pixabay

Leyenda

En un misterioso libro antiguo escrito en paralelo al Kojiki, libro que narra la historia antigua de Japón, existe una leyenda que explica el origen de los hogosha kotodama, clan de protectores de almas cuya ocupación era resguardar y proteger las almas humanas rescatadas por los ryoshi kotodama.

Cuenta la leyenda que Amida, el dios protector de las almas humanas habló con Watatsumi para plantearle lo que estaba ocurriendo en el mundo mortal, pues él conocía la debilidad  del dios dragón por los humanos. El dios accedió y le propuso a amida la creación de un clan que, de la mano de los cazadores, se ocupara de resguardar las almas arrancadas de su receptáculo original. Puesto que una vez que el alma es robada por un shinigami, el cuerpo pierde el vínculo  y es imposible restaurarlo, era necesario proveerles de un nuevo receptáculo. Amida accedió y fue entonces que Watatsumi habló con su primogénita. La princesa Otohime aceptó colaborar y utilizó su sangre para crear una nueva raza de dragones; los ri-riu y los dotó con un sentido de la vista superior al de cualquier otra criatura. De esta forma ellos podrían ver mucho más allá de lo superficial e identificar a los shinigamis, así como al resto de criaturas sobrenaturales. Los ri-riu  se establecieron en el mundo mortal. La princesa dragón les concedió la facultad de transformarse en humanos. Una característica indispensable para poder pasar desapercibidos. Estos servidores de Watatsumi regresaban al mar  durante el plenilunio de cada mes y permanecían en él durante tres días con sus noches para poder recargar su energía vital; de lo contrario, su espíritu dragón quedaba confinado perdiendo sus poderes. Quedar confinado era tan doloroso que algunos decidieron ahogarse en el océano al no poder soportarlo. Esto dejaba libre a sus espíritus mientras que los cuerpos eran rescatados por Otohime quien los llevaba al palacio de su padre para que durmiesen allí el sueño eterno.


Sinopsis

En Kioto, una ola de muertes inexplicables mantiene oculta la desaparición de más de una decena de jóvenes. No hay rastros de cómo o por qué desaparecen. Lo único que tienen todos estos jóvenes en común es que forman parte del linaje directo de una casta desaparecida hace más de un milenio: los ri-riu, dragones cambiantes al servicio de Watatsumi, el dios dragón, quienes constituyeron el clan de los hogosha kotodama o  protectores de almas.

Tras el ataque que sufre Kai, descendiente directa del linaje de los ri-riu, se descubre la existencia de los uwibami; dragones cambiantes cuya principal misión es evitar que los protectores de almas resurjan tal como lo han hecho los cazadores de almas.

Kai tendrá en sus manos una difícil decisión: aceptar el legado que la convertirá en ri-riu  y así salvar miles de almas humanas o salvar la vida de su hermano gemelo. Decida lo que decida, hay un destino que no podrá eludir pues solo ella posee el poder para realizar el ritual que hará renacer las almas rescatadas.

¿Podrá Kai descubrir quién se oculta detrás de tanto odio contra la humanidad? ¿Logrará salvar la vida de su gemelo?

Dragones, humanos, criaturas sobrenaturales, magia, leyendas; se unen para dar forma a una historia que funde fantasía y realidad en el marco de una de las culturas milenarias más fascinante del mundo.


Kioto, 2021 d. C.

El volumen de la televisión alcanza una magnitud insoportable. Kai sale de la cocina con intención de coger el control remoto. La joven se detiene al observar el rostro pálido de su gemelo. Kai lo estrecha entre sus brazos con fuerza. El joven tiembla. Una lágrima se le escapa.

Kay se aparta de su gemelo. Le seca la lágrima furtiva y le quita el control remoto. Apaga el televisor y coge la barbilla de Kyoko. Se para frente a él de tal forma que el joven pueda verle bien todo el rostro.

—Estoy segura de que lo encontrarán. —Kyoko la observa; sus ojos rezuman desconfianza.

—Es el quinto que desaparece —dice más alto de lo que pretendía.

—Lo sé, pero debemos confiar y mantener la calma.

—No estará para nuestro cumpleaños —El joven se deja caer en el sillón.

Kay se inclina y le besa la frente. Es consciente de lo importante  que es Kevin para su hermano. La rabia le acelera el pulso. Se muerde la lengua antes de maldecir a los dioses. No romperá la promesa que le hiciera a Kyoko. Su gemelo detesta que lo compadezca por cada circunstancia adversa que le toca afrontar. Perder a sus padres tan pronto la había convertido en una sobreprotectora insufrible. Sin darse cuenta casi lo convierte en un inútil. La rabia enardece su temperamento. ¿Por qué tiene su hermano que afrontar tantas pérdidas? Primero la audición, luego sus padres, ahora Kevin. El único que se había fijado en su hermano sin importarle nada más. Si es que los dioses son unos desalmados. El pensamiento se le escapa. Está demasiado enfadada para reprimirse o reprocharse. El pellizco de su hermano la devuelve a la realidad.

—Deja de rumiar contra los dioses —le dice Kyoko—. Tienes razón, tenemos que seguir adelante. la vida no se detiene.

El corazón de Kai da un salto olímpico y se le asienta de nuevo.

—Vale, ven a la cocina, preparé lo que más te gusta.

El joven se levanta consciente de que su hermana necesita estar segura de que no se quebrará. En realidad, él también lo necesita. Lo que menos desea es convertirse en un sufrimiento constante para Kai. Kyoko la sigue de cerca. Ambos se esfuerzan por apartar un rato de sus mentes y sus corazones la trágica noticia.

***

El akuma aguarda las órdenes. En el instante en el que el dios se aproxima sus ojos flamean.

—Necesito que vayas al mundo mortal y acabes con esta jovencita. —El dios invoca una imagen nítida de Kai.

—¿Puedo jugar con ella?

El rugido del dios obliga al demonio a recular varios pasos.

—Vuestros jueguecitos han despertado la curiosidad de los humanos. Limítate a obedecer.

—De acuerdo. —El demonio desaparece.

Desde las sombras surge una silueta femenina. La mujer hace una reverencia que deja al descubierto el tatuaje que le cubre la espalda y otras partes del cuerpo. Es un uwibami de escamas negras y doradas, tres cuernos en la cabeza y ojos prominentes.

—Asegúrate de que no falle bajo ningún concepto.

—Como ordenes —responde la mujer.

La asesina se difumina entre las sombras sin dejar rastro.

***

Otohime escucha atenta la narración de la pequeña criatura marina. La despide con una leve reverencia y corre pasillo a través. Watatsumi, dios dragón de los mares se encuentra en medio de una recepción real. La princesa dragón avanza entre los comensales. El dios advierte la preocupación que empaña la mirada de su primogénita y se excusa para hablar con ella.

—¿Qué te ocurre? —pregunta en voz muy baja.

—Aquí no, padre. Hay demasiados ojos y oídos indiscretos.

El dios asiente con la cabeza. ambos acuerdan encontrarse en cuanto finalice la pequeña recepción.

Otohime deambula con el cuerpo tenso. La entrada de su padre la sobresalta.

—Ahora sí, explícame qué ha ocurrido.

—Los descendientes del linaje ri-riu están desapareciendo del mundo mortal sin dejar rastros. No hay una explicación precisa.

—No la habrá para ti, pero está muy claro que tiene que ver con las muertes que vuelven a ocurrir. —La princesa se detiene.

—Es lo más probable.

—Me ocuparé de esto. No debemos permitir que los sigan eliminando, el desequilibrio sería irremediable.

—Lo sé. El problema es que no estoy segura de que podamos protegerlos a todos.

Watatsumi la abraza con firmeza. Ella apoya la frente en su pecho. El ritmo del corazón de su padre la serena.

—Deja todo en mis manos y mantente atenta. En cualquier momento tendremos que entrenar a los nuevos protectores.

Otohime se estremece ante la perspectiva de lo que implican las palabras de su padre. La pesadilla retornaba más de un milenio después y prometía ser mucho peor que la última vez.

***

La pareja de ri-riu acuden a la convocatoria del dios dragón. Ambos son conscientes de que la situación debe ser comprometida para que se les haya solicitado acudir con tanta urgencia. Watatsumi explica la situación sin omitir detalles.

—Debéis ir cuanto antes y protegerla. Sin ella la situación sería insostenible.

—No pretendo contrariar vuestra voluntad, pero hasta el momento nadie sabe quién es —dice Umiko.

—Tampoco hay evidencias de que su espíritu ri-riu tenga intenciones de despertar —agregó Isamu.

—Alcanzará la mayoría de edad en unos días. correr el riesgo sería una insensatez. —La princesa se hace visible—. Además, en teoría, de los otros tampoco se conocía su identidad y han desaparecido.

—Otohime os proporcionará la información que necesitéis —dice el dios—. Id con cautela. No quisiera perderos.

El afecto del dios les alcanza el corazón. La emoción es tan embriagante como un buen sake.

—Cuidaremos de ella con nuestra vida de ser necesario —declara la pareja al unísono.

La princesa se ocupa de dar la información. Con los objetivos claros, Umiko e Isamu se marchan a la superficie.

***

Kai camina de la mano de su gemelo. Kioto sigue como siempre. Resulta increíble que la ciudad continúe imperturbable con todo y los crímenes que están ocurriendo. Una brisa la envuelve. Los aromas de la ciudad la distraen de sus cavilaciones. Entre las sombras un par de ojos dorados refulgen. La joven sonríe ante una broma de su gemelo. En la siguiente esquina, una pareja  observa la vitrina de la tienda a la cuál se dirigen. La joven se detiene junto a la mujer. Esta intercambia una mirada con su compañero. Otohime no había mencionado nada sobre un gemelo. El parecido entre ambos es innegable. Isamu se encoge de hombros.

—entra tú —invita Kai—. Te espero aquí.

Kyoko le da un beso en la mejilla y entra. La joven se vuelve para charlar con la mujer. La expresión de Umiko cambia; se torna feroz. Kai da un paso atrás. Isamu la coge por la muñeca y tira de ella en el instante en el que un demonio cierra los brazos con la intención clara de cogerla.

***

Kai grita y se zafa del agarre. El miedo le palpita al mismo ritmo del corazón: desbocado como un animal salvaje. El demonio se abalanza sobre ella. La joven se agacha por puro instinto. Una voz interna le habla con firmeza; le advierte del peligro. En una curiosa pirueta, rueda sobre sí. Kai experimenta unos segundos de alivio que se esfuma tan pronto como aparece. El demonio le lanza un zarpazo que la alcanza en un hombro. Isamu maldice. Quiere librarse de esa criatura, el problema es que la joven está en el medio. Kai ahoga el grito. El dolor la recorre como una lengua ardiente y la hace trastabillar.

La criatura acorta la distancia. En un intento por cogerla le clava las zarpas en la espalda. Kai cae al suelo. Una lágrima se le escapa al recordar a Kyoko.  Si muere su gemelo quedará a merced de esa criatura.

Isamu saca su espada Y se lanza al ataque. El demonio forma una espada flamígera.

—¡Sácala de aquí! —ordena el ri-riu antes de lanzar un mandoble.

Umiko gesticula. Un Kanji brillante se forma sobre el cuerpo de Kai. En minutos, un enorme dragón azul con forma de serpiente surge desde un portal.

—Sheiryu, es urgente llevarla con Watatsumi.

—¿Necesitáis ayuda con esa cosa? —Umiko niega con la cabeza.

La enorme criatura coge a Kai con delicadeza y la lleva consigo al fondo del océano.

***

Umiko desenvaina su espada en el instante en el que el portal se cierra y desaparece. El demonio se encuentra acorralado. Por el rabillo del ojo Isamu distingue una figura femenina.

—Qué lucha más desigual. No os importa si me uno para equilibrarla, ¿no?

Los ri-riu intercambian una mirada. Acaban de escoger a su adversario.

Umiko se abalanza sobre el demonio. Entre tanto, Isamu hace lo propio con la recién llegada. Las espadas chocan contra el suelo. La mujer ayuda al demonio y evita que la espada lo atraviese.

Los ri-riu unen su energía vital. Umiko dibuja un kanji de ataque que se estampa contra la frente del demonio. La criatura suelta la espada. Isamu aprovecha para lanzar un mandoble contra la mujer. La asesina se carcajea. En un estallido de energía se transforma en una dragona de escamas negras y doradas, de ojos saltones y tres cuernos sobre la cabeza. la uwibami lanza un zarpazo. Isamu no logra esquivarla a tiempo. Las tres garras se le clavan en el hombro derecho. Como puede el ri-riu se libera. Incapaz de transformarse debido a la herida que drena su energía vital, entretiene a la asesina mientras Umiko absorbe el alma del demonio y resguarda el resto en los recipientes sagrados.

Isamu recoge la espada. La uwibami se percata de la intención de Umiko y desvía el ataque. El ri-riu lo intercepta y la hiere. La dragona desaparece entre las sombras.

—¿Puedes aguantar? —Isamu cabecea.

Umiko se encarga de eliminar cualquier evidencia sospechosa y deshace el velo que los mantenía a cubierto de ojos humanos.

—volvamos a casa —dice la ri-riu mientras coge a su compañero con firmeza.

Kyoko sale corriendo de la tienda. Quiere detener a la pareja. La última vez que había visto a Kai estaba de pie al lado de esa mujer. No permitirá que se larguen sin decirle dónde está su gemela. ¿qué hicieron con ella? El pulso se le acelera ante la posibilidad de no volver a verla. Si la perdía a ella también, moriría.

Los ri-riu aceleran el paso. La mujer aprovecha  el callejón que se abre a la derecha. Arrastra a su compañero. Kyoko corre y se adentra. Grita enfurecido al encontrar el callejón vacío  sin advertir el peligro que se cierne sobre él.


Glosario

Amida: dios protector de las almas humanas.

Kojiki: libro que narra la historia de japón.

Kotodama: alma.

Hachiman: dios de los samuráis, el arco y protector de japón.

Ikigai: sentido de la existencia. razón que motiva a seguir adelante cada día.

Inari: dios del arroz y la fertilidad.

Kitsune: sirviente de Inari con habilidades mágicas y la capacidad de adoptar forma de zorro. Son considerados entes espirituales.

Ryoshi: cazador.

Shinobi: ninja o asesino.

Shinigami: ser sobrenatural que induce la muerte en los humanos o siembra en ellos el deseo de morir.

Shoshinsha: eterno aprendiz.

Akuma: demonio o espíritu maléfico.

Kiuketsuki: vampiro.

Kanjis: símbolos del alfabeto japonés.

Takamagahara: el cielo.

Otohime: Princesa dragón de los mares e hija de Ryujin (Watatsumi).

Watatsumi: este dios del mar también se conoce como el dios dragón, Ryujin, y tiene la capacidad de cambiar de forma a la forma humana. Se representa como un dragón en forma de serpiente de color verde.

Sheiryu: es un dragón enorme de color azul que se dice que protege el este y la ciudad de Kioto y que representa el agua y la primavera.

Uwibami: este dragón simboliza mirar en todas direcciones antes de actuar.

Ri-Riu: es un dragón bastante desconocido. Se dice que es el dragón que posee la mejor vista en comparación a otros dragones.

Hogosha: protector.


Nota de la autora

Ante todo ofrezco disculpas anticipadas a los amantes de la cultura nipona por si os encontráis algunas imprecisiones en relación a la mitología o algunas criaturas sobrenaturales. Pese a mis dos días de documentación, es muy posible que sea necesario afinar algún detalle.
He de confesar que algunas palabras las he utilizado a favor de dar forma a la trama y los personajes. Asimismo, confieso que la leyenda y lo que se desglosa de ella es ficción y responsabilidad de quien escribe.
Hechas las aclaraciones que considero más relevantes, solo me queda agradeceros si habéis llegado hasta aquí. Ojalá hayáis disfrutado la historia.


Este relato ha sido escrito para participar en el #DesafíoSinOpsisAbril2021, propuesto por Jessica Galera Andreu @Jess_YK82.


Si esta historia ha logrado captar tu atención y la disfrutaste, me ayudaría muchísimo si me obsequias un «me gusta» o si la difundes en tus redes sociales. Además, me encantaría que compartieras conmigo tus impresiones en la caja de comentarios que encontrarás más abajo. Y si te gusta lo que escribo, puedes convertirte en mi mecenas si me invitas el equivalente a un
café
en Paypal. Así Me estarías apoyando a seguir escribiendo.

Gracias por estar allí, os abrazo grande y fuerte.

Valora esta historia



Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *