
Escuchó la voz infantil que reclamaba su presencia. Abandonó la torre que había tomado como refugio.
El pequeño Sean tragó grueso; el miedo hizo que el corazón le saltase dentro del pecho. El dragón plegó sus alas y lo miró con curiosidad; se fijó en su espada y sonrió.
—¿Quieres batirte en duelo conmigo? —Sean negó con la cabeza.
—Quiero tu ayuda, Lyuch. Si nos unimos, podremos derrotar al demonio.
Miró a los ojos del niño; vio valor y determinación.
—¡Machaquemos al demonio! —rugió en respuesta.
Sean subió a su lomo. Ambos alzaron el vuelo.
El libro mágico se cerró.
Este relato ha sido escrito para participar en el Escribir Jugando Julio 2020, propuesto por Lidia Castro Navas.
Elementos a utilizar en el desafío:
- La imagen de la carta y el objeto del dado: torre
- Que aparezca el nombre del humano y del dragón que aparecen en la imagen
El relato cuenta con 100 palabras.
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